viernes, 28 de diciembre de 2007

DERECHOS IRRENUNCIABLES


Nos acercamos al final del año, un año, este del 2007, que para muchas de nosotras ha supuesto el inicio de una etapa de cambio hacia una sociedad de iguales, una sociedad más justa. Son ya nueve los meses que han transcurrido desde la entrada en vigor la Ley Orgánica 3/2007 para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres.Una Ley cuyo objeto es el de hacer efectivo el derecho de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres, mediante la eliminación de la discriminación de la mujer, sea cual fuere su circunstancia o condición. Entendiendo que las mujeres y los hombres somos iguales en dignidad humana, e iguales en derechos y deberes.Pues bien, durante todo este periodo, en una parte de nuestra sociedad, no se ha gestado precisamente un camino o cambio hacia esa igualdad en sentido positivo, sino que más bien ha venido a evidenciar situaciones y circunstancias que han de ser rechazadas y denunciadas. Y digo esto porque desde que entró en vigor esta norma, entre otros: se han incrementado los despidos a mujeres por el sólo hecho de haber decidido ser madres, vulnerando por tanto un derecho fundamental; se ha despedido a padres por ejercer el derecho al disfrute del permiso por paternidad; se ha negado el ejercicio de disfrute del permiso de lactancia a padres trabajadores, por entender que «el padre no puede dar el pecho».Circunstancias como las referenciadas, creo que no nos puede dejar impasibles. Quienes pensaban que la sola publicación de la Ley iba a ser suficiente, o que sólo los poderes públicos tienen obligaciones en esta materia, estaban equivocados. Una Ley que pretende cambiar una sociedad necesita la implicación de la sociedad para conseguirlo.El éxito, en un futuro de esta norma, depende precisamente de un cambio cultural en una sociedad machista, que sitúa tradicionalmente a la mujer en una posición de desventaja con respecto al hombre, y que asigna a ésta papeles muy diferentes responsabilizándola en exclusividad de las cargas y responsabilidades familiares. Algunos empleadores, pese a ser conscientes de las sanciones que se les impondrá por la negativa a sus trabajadores/as del ejercicio de los derechos contenidos en la Ley, son reacios a la concesión de los mismos, y ante esta negativa, a la otra parte, no le queda más que el camino de la reclamación del ejercicio de sus derechos. Debemos ser responsables, y saber que no reclamar o denunciar ante la negativa del ejercicio de un derecho fundamental por parte del empresario, no sólo perjudica al trabajador/a en cuestión, sino también al resto de trabajadores/as que en un futuro se encuentre en la misma o similar situación. Tenemos que eliminar los obstáculos que encontremos en nuestro camino, siempre que esté en nuestras manos, si de verdad queremos unas sociedad de iguales, en la que todos y cada uno de HYPERLINK mailto:nosotr@s noso-tr@s podamos ejercer nuestros derechos libremente y sin miedos.
María Dolores Barba
loloilolas@hotmail.com

2 comentarios:

///HastaLaVictoriaSiempre\\\ dijo...

A ver si actualizas más de vez en cuando, que esta entrada es de hace más de un mes xD

///HastaLaVictoriaSiempre\\\ dijo...

A ver si actualizas más veces, que esta entrada tiene más de un mes jajaja.