sábado, 28 de junio de 2008

DESINFORMACIÓN



Desinformación es el acto de silenciar o manipular la verdad, habitualmente esto se lleva a cabo en los medios de comunicación de masas.

La desinformación se sirve de diversos procedimientos retóricos como uso de falacias, mentira,generalización, especificación, analogía, metáfora, eufemismo,omisión……

El fin es silenciar interesadamente la verdad de lo que ocurre por medio de diversos procedimientos retóricos. En realidad se recurre a cuatro mecanismos generales:

1. Creación de dicotomías maniqueas o demonización, que no es otra cosa que convertir al oponente en el diablo nos transforma a nosotros en Dios, y por lo tantos somos tan indiscutibles como él.

2. Utilización de términos de efecto placebo mentirosos en sí mismos pero que de tan repetidos adquieren el carácter de verdad o creencia; sirven como relleno impidiendo pensar con claridad o vedando desarrollar una opinión diferente o crítica sin hostilidad. . En definitiva, se trata de la vieja receta goebbelsiana de que ‘una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad’ -lo que Jean Pierre Faye definió como ‘principio de creación de aceptabilidad’: algo que se multiplica exponencialmente, en eficacia e intensidad, a través de los medios de comunicación globales. Recordemos la reiteración sobre las"armas de destrucción masiva" acabó instalando éstas, como una certeza, en el imaginario de las sociedades receptoras. Meses después, con reticencias, fue aceptándose su inexistencia pero "la existencia de palabras" había hecho creer en "la existencia de cosas". Y esta estrategia se completó instalando "juicios de valor" mediante la denominación de sus acciones, como ya se viene haciendo desde hace dos décadas: recordemos también la invasión de Panamá en 1989 ,que se denominó "Causa Justa"; la de Somalia en 1992, "Restaurar la Esperanza"; Haití en 1994, "Rescate de la Democracia", y así sucesivamente hasta la "Libertad Duradera" desencadenada por el 11-S. La existencia lingüística de esos objetivos admirables hace creer en que esos son los objetivos reales y que, por tanto, se trata de operaciones militares admirables. Es lo que podría calificarse, tomando la definición de Alex Grijelmo, como “palabras teloneras del abuso y la agresión”. Otro ejemplo característico es la autodenominación "los aliados" beneficiándose del prestigio que esa referencia tiene desde la II Guerra Mundial frente al totalitarismo y de la impregnación del cine estadounidense.

3. Simplificación conceptual. No se trata de explorar la realidad con sentido crítico, sino de maniobrar para hacerse con su control. El calificativo ‘cobarde’, por ejemplo, se generaliza para cualquier acción terrorista (aunque no sea el más apropiado para entender que diecinueve hombres hubiesen secuestrado cuatro aviones para estrellarlos contra centros simbólicos del poder) y, fuera del maniqueísmo intrínseco, es un uso característico del lenguaje destinado a eliminar la complejidad del asunto reduciéndolo al campo semántico de la masculinidad favoreciendo por contraste la aparición del “héroe”, que es, (que casualidad,) el que habla. La simplificación es constante en grandes palabras como ‘Justicia’ o ‘Libertad’ que se manejan sin voluntad de profundizar en su significado e incluso ignorando muchas veces sus aplicaciones más profundas y amenazadas como la libertad de reunión o de prensa.

4. Empleo de palabras anestésicas o eufemismos:. “Daños colaterales” enmascara la brutalidad y la arbitrariedad de la guerra para quienes la siguen a través de los medios desconociendo sus connotaciones. De forma semejante actúa el término “objetivos”, aunque se trata de una palabra más transparente por formar parte de la realidad cotidiana, caso característico de formulación de tipo abstracto, que propicia un distanciamiento de la violencia y neutralizar el factor humano de la compasión. Con una estrategia diferente pero lineal se usa "intereses vitales"generando una sugestión trascendental para difuminar lo que no son sino intereses materiales o económicos
Procedimientos también usados para la desinformación y manipulación de grandes conjuntos de personas o masas son la demonización, el esoterismo, la mentira, la omisión, la sobreinformación, la descontextualización, la analogía, la metáfora y el adjetivo disuasivo.

Es frecuente el alargamiento de las construcciones verbales en forma de perífrasis verbales paralizantes, y fatigosas construcciones pasivas analíticas, y se usa además la hipérbole, la eufonía y el énfasis (dar a entender más de lo que se dice), recurriendo a hiperónimos. Las palabras del político, además, abusan del léxico abstracto, toman segundos acentos enfáticos al principio o en los prefijos y se alargan mediante procedimientos inútiles de derivación: ejercitar (y mejor, é-jercitár) por ejercer, complementar por completar, señalizar por señalar, metodología por método, problemática por problema… Son característicos los verbos "ampliados" viciosamente con el sufijo –izar, como judicializar por encausar, criminalizar por incriminar, concretizar por concretar, sectorializar, potencializar, institucionalizar, funcionalizar, instrumentalizar, racionalizar, desdramatizar, ideologizar, sobredesideologizar, objetivizar... Algunos llaman a este frenesí por alargar las palabras sexquipedalismo.

El lenguaje político ha llegado a ser bautizado como oficialés, a causa de su ininteligibilidad. La jerga burocrática cancilleresca incluso ha llegado a arrancar exclamaciones desabridas a políticos ante párrafos desalmados

1 comentario:

CSA dijo...

La verdad que hasta en los congresos de los partidos se intentan elegir las mejores palabras para que, en caso de que a la gente no les guste, puedan meditarlo dos veces.

También es verdad que tienen la culpa quien lo hace, pero también el receptor del mensaje puesto que o no sabe analizar la realidad de la situación sin que se lo explique un político o se cree lo que dicen los medios o, para más INRI, no controla la realidad ni se preocupa por controlarla.

Me ha encantado tu exposición pues se entiende bastante el método de persuasión de los medios que ha hecho que el sistema se mantenga en pie.

Un saludo